Generaciones
La larga tradición de la familia Dalle Molle arranca de una antigua panadería de Molina di Malo, donde Marco comenzó la producción de pan.
Con el paso de los años, las riendas pasaron a su hijo Casimiro (Miro), que se trasladó a Malo, donde, con la ayuda de sus hijos y su esposa Antonia, actuaron como productores y transportistas del pan producido. Gracias al pequeño pueblo donde se elaboraba, se corrió la voz y en poco tiempo se incrementó la producción.
Con el paso de los años, el timón pasó al hijo de Miro, Giovanni, que no sólo continuó la producción sino que amplió la gama de productos introduciendo un nuevo pastel: el Brioche. Este pastel tuvo un éxito inmediato y empezó a convertirse en uno de los productos básicos del Panificio Dalle Molle.
Tras unos 15 años de producción, Giovanni y su mujer deciden dar un cambio radical comprando una nueva panadería. El pueblo sigue siendo el mismo, pero la fábrica cambia. Se añaden nuevos productos, pero la calidad del pan sigue siendo la misma.
Los años pasan, pero la tradición permanece.
